PARTICIPANTES

LA ANTRÓPODO
MARÍA BENITES
La artrópodo presiente tu presencia. Te percibe pero no te toma en cuenta. Sus instintos la entretienen, sus reflejos la sacuden. Luego se retuerce y husma rastreramente a la caza de tu asombro, del cual se alimenta. Comprime tu mirada con sus no-vértebras, mientras la razón se segmenta. La artrópodo está absorta en su acecho reptante. Y no estima ni supone, que su mundo sea el Arte.
CONTORSIONISMO
ARGENTINA